Telesincro: De los primeros Computadores a los TPV más utilizados de Europa
Este artículo es una revisión de mi anterior artículo sobre Telesincro ya que tras investigar otras empresas españolas de la época como SECOINSA o Eria, he podido ver que muchos de los datos que habían disponibles eran erróneos y una de las fuentes con más información que pude localizar realizaba afirmaciones erróneas sobre la compañía, dejando a parte que hay algunas cosas de las que no he podido encontrar constancia ni buscando debajo de las piedras.
Si os interesa el listado de equipos fabricados por Telesincro podéis verlos en Este Enlace.
Los Inicios de Telesincro
La historia de Telesincro comienza con su constitución el 23 de Marzo de 1963 según varios registros que he podido localizar. La empresa fue fundada inicialmente por Joan Majó, Antoni Clavell y Joan Peracula, uniéndose este último a la empresa algo más tarde. El objetivo inicial de la empresa era la fabricación y compra venta de equipos electrónicos industriales. Según algunos registros de patentes que he podido localizar, inicialmente comenzaron diseñando pequeños dispositivos electrónicos orientados a ascensores como un indicador de posición para ascensores, que patentaron el 26 de febrero de 1965.
Curiosamente, llegaron a patentar 3 dispositivos relacionados con la señalización de la posición de un ascensor entre 1965 y 1966, algo que tiene poco que ver con lo que hará esta empresa conocida pasados unos años. Fue en estos tiempos iniciales que la compañía Philips le ofreció a Telesincro un nuevo producto al que llamaban circuito integrado, este producto despertó el interés del Cofundador Joan Majó, que decidió viajar a los laboratorios de Philips en Eindhoven, fue aquí donde se topó con el Philips Prima, un pequeño computador orientado a la facturación. Este producto le gustó tanto a Majó que hizo un trato con Philips para comprar sus circuitos integrados a cambio de que les dejaran copiar el Prima.
El Primer Ordenador Español.
Fue entre 1965 y 1966 cuando un equipo de unas 13 personas, lideradas por Joan Majó y Jordi Vidal, se puso manos a la obra para crear un computador español basado en la tecnología del Prima de Philips. El equipo no sería 100% un clon del equipo de philips, si no que Telesincro mejoró el equipo de base y creó sus propios circuitos, llegando a patentar múltiples "Equipos de programación de Secuencias" entre 1965 y 1966. Este proyecto dio sus frutos, según ponía en los títulos de acciones de Telesincro, en diciembre de 1966, cuando terminaron su primer computador, el Winner/Contafac.
El Winner/Contafac se veía como una mesa de escritorio con una máquina de escribir eléctrica IBM Model B, estando los componentes principales de este equipo contenidos en un compartimentos donde irían los cajones de la mesa de escritorio. Hay mucha información contradictoria sobre este equipo, en muchas fuentes se dice que a este equipo se le cambió posteriormente el nombre por Factor P, pero tras escarbar montañas de Hemerotecas y localizar información con más base, puedo afirmar que el este equipo nunca se Comercializó como Factor P. Esta teoría se ve reforzada tras localizar una foto de una variante posterior del Winner/Contafac con una IBM Selectric II de 1971. Lo que si es cierto es que el Winner/Contafac sufrió un cambio de nombre ya que posteriormente pasaría a ser comercializado como el Factor/Contafac, utilizando una máquina de escribir Hermes Abassador Electric, algo que pude confirmar cuando hace años localicé la máquina de escribir que le pertenecía a un Factor/Contafac (Aunque estaba en un estado nefasto):
Mi teoría es que Factor P debía ser un nombre a nivel interno de la empresa para el Winner/Contafac ya que generalmente cuando se menciona este es por que algunos antiguos empleados lo mencionan. También han aparecido menciones a estos en notas de prensa bastante posteriores a la época en la que se había comercializado el Winner/Contafac. Este Computador se comercializó, dependiendo de la fuente, en 1966 o 1967, por un precio de 200.000 Pesetas.
Los programas para este equipo se almacenaban en matrices de núcleos de ferrita que eran unidos por hilos de cobre. Para fabricar estas matrices entraban en juego las "Tejedoras", un grupo de mujeres que se encargaban de cablear todo en placas que podían llegar a tener más de 10.000 enhebrados, una tarea muy laboriosa. Un mito muy extendido sobre esta tarea es que si se cometía un fallo había que desechar la placa, pero esto no era cierto, si nos fijamos en la foto que hay a continuación podemos ver que en la mesa tenían un soldador de estaño, esto estaba ahí para corregir los errores, si se cometía un error y se ponía algún hilo de más a través de alguno de los núcleos de ferrita se cortaba, se retiraba del núcleo de ferrita se soldaba de nuevo.
Computadores Factor y el Éxito de Telesincro.
El Winner/Contafac vendió decenas de unidades en muy poco tiempo y se convirtió en un éxito. Telesincro no tardaría en crear una marca de computadores llamada Factor. Algo muy curioso es que en muchas de las hemerotecas a las que les he podido echar un vistazo me he encontrado con que le daban tanta importancia a la marca Factor que muchas veces los anuncios los ponían bajo dicho nombre y no como Telesincro. Esto se puede observar en la única foto que he podido encontrar del edificio que alojaba las oficinas de telesincro, en el que se ve que tienen colgado un gran cartel de la fachada en el que pone Factor.
El éxito del Winner/Contafac hizo que su diseñador, Jordi Vidal, ascendiera rápidamente uno de los puestos de diseñador líder de Telesincro. Fue en este momento cuando se decidió crear una máquina mejor, con más memoria y que pudiera hacer más cosas. No tardarían en crear se el Factor Q y el Factor R, que se comercializaron en 1968 y 1969 respectivamente y aparentemente convivieron con el Winner/Contafac. El Factor Q tenía 2 variantes, el Factor Q-16 con 16 memorias dinámicas y el Factor Q-32 con 32 memorias dinámicas, estando una unidad de este último todavía conservado en el MNACTEC de Barcelona. Por otro lado teníamos el Factor R, con 3 variantes, siendo estas el Factor R-32 B.M con 32 memorias dinámicas y cabezal magnético para leer tarjetas magnéticas, el Factor R-64, con 64 memorias dinámicas y finalmente, el Factor R-64 con 64 memorias dinámicas y cabezal magnético. Se podría decir que el Factor Q era el de gama baja y el R el de gama alta basándonos en las variantes que existen de estos. Estos equipos, aunque todavía utilizaban piezas de Philips, eran 100% diseñados por Telesincro, al contrario que el Winner/Contafac, que se basaba en el Prima.
Con el éxito que vio Telesincro en estos tiempos, comenzaron a abrir oficinas por todas España, contratando a comerciales de Gisper, que eran expertos en vender calculadoras y facturadores en la época, lo que potenció aún más su éxito, llegando a abrir oficinas a vender equipos en Portugal. Por desgracia no todo iba como la seda, Jordi Vidal, creador de los ordenadores Factor y Ramón Tortajada, un experto en creación de software, querían crear un ordenador como dios manda, que fuera programable y que tuviera una gran capacidad de almacenamiento, por desgracia, los socios de la empresa (a excepción de Majó) no vieron muy clara idea y se negaron a hacerlo. Fue en estos tiempos que un representante de Intel se presentó en la sede de Telesincro para hablar sobre los novedosos microprocesadores. Fue en este momento que Majó le sugirió a Jordi Vidal que tomara a los 5 empleados que insistían en la creación de este ordenador, se fuera de la empresa y que lo diseñaran en la oficina donde Majó estaba dirigiendo un proyecto de automatización de Peajes.
Majó financió la creación de este equipo en su totalidad y tras un año de trabajo lograron crear un equipo completamente funcional que hizo que los socios de Telesincro que habían rechazado inicialmente la idea vieran su error. El diseño de este ordenador fue vendido a Telesincro y el beneficio se repartió entre los 5 diseñadores de este. Tras esto, Joan Majó volvió a Telesincro como director de la empresa.
El Factor S: Un Ordenador Adelantado a Su tiempo
Este ordenador que crearon fuera de Telesicnro se llamaría Factor S y destacaba por ser completamente programable y de 2 a 8 KB de memoria central. Por otro lado, utilizaba el que se considera el primer precursor europeo del disco duro: el Tambor Magnético, con una capacidad de 32KB, una cantidad enorme de memoria. Por otro lado, también permitía almacenar datos y programas en citas de Cassette. Dependiendo de la capacidad, su precio podía ir de las 165.000 pesetas a las 220.000 Pesetas. Un punto que hay que comentar también era que el Factor S, aunque era programable, carecía de un lenguaje de programación propio y había que programarlo en lenguaje máquina, lo que hacía que crear programas para este fuera un proceso muy complejo.
Para que el equipo pareciera más atractivo a posibles compradores, utilizaron un diseño similar al de IBM 360, lo que fue muy efectivo ya que era un equipo muy capaz por una fracción del precio de este último. El Factor S fue lanzado en 1971 y fue un éxito rotundo, llegando a tener un 16% del mercado español, ocupando el tercer lugar en ventas y llegando a vender varias unidades a Portugal y Francia.
Algo muy curioso es que este equipo era tan bueno que no necesitaría un sucesor en años, por eso Telesincro no lanzó ningún modelo nuevo en los años siguientes a su lanzamiento. Fue en estos años cuando Telesincro alcanzó casi los 500 trabajadores en plantilla. Fue también en esta época cuando más invirtieron en publicidad, si buscas en hemerotecas periódicos de estos años es muy probable que ten encuentres anuncios de los equipos Factor. El resultado del éxito del Factor S fue una facturación de 435 Millones de pesetas en 1974, una cifra bastante alta.
La Crisis del Petróleo y la Caída de Telesincro
En 1975, por desgracia, las cosas empezaron a dejar de ir tan bien, por un lado se estaban a notar los efectos de la crisis del petróleo, lo que disminuyó la demanda y por otro lado comenzaron a entrar en el mercado español otras empresas como IBM y la propia Philips, de la que habían recibido ayuda en su día. Fue en este momento que se comenzó a desarrollar el sucesor del Factor S para poder competir con estos nuevos contrincantes. Fue en estos tiempos cuando el gobierno de España se planteó crear una serie de empresas informáticas para estimular más el mercado informático español, el resultado fue la constitución de Eria para desarrollo Software en 1973 y de SECOINSA en 1975. Esto significaba que Telesincro no solo iba a competir contra empresas extranjeras, si no que también tendría que enfrentarse a SECOINSA que estaba preparando su propio computador para competir, el SECOINA VO.
La situación poco a poco se fue agravando económicamente, hasta el punto que la dirección de Telesincro comenzó a negociar con el Instituto Nacional de Industria (INI) para ver como podían salir de la mala situación en la que se comenzaban a encontrar. El resultado fue que finalmente, en Junio de 1975, se llegó a un trato según el cual SECOINSA, perteneciente al INI, tomaría la mayoría de las acciones de Telesincro y la mantendría como una filial. Todo esto ocurrió más o menos a la vez que se estaba desarrollando el Factor T, que llegó a ser presentado en el SIMO como competencia del SECOINSA VO, es más, habían presentaciones llevadas a cabo por Telesincro tan tarde como Junio de 1976.
El pacto entre SECOINSA y Telesincro se materializó el 30 de Enero de 1976, aunque algunos describen este momento como una fusión, este no fue el fin de Telesincro, aunque bastante gente abandonó la compañía en esta época y llegaron a haber múltiples huelgas del personal en 1981 por generados por los problemas financieros de Telesincro. A pesar de esto, para 1983 ya se estaban recuperando, obteniendo en este año beneficios de 56 Millones de pesetas.
Grupo SECOINSA-Telesincro
Durante el tiempo que Telesincro perteneció a SECOINSA no estuvieron parados ni mucho menos, siguieron diseñando y fabricando componentes. Por un lado, se encargaron de la fabricación del Factor T y posteriormente del diseño y fabricación del Factor U, que finalmente se vendería como el SECOINSA Serie U. Por otro lado, también se encargaron, como mínimo, de la fabricación del Secoinsa Serie 10.
Durante este tiempo Telesincro fue poco a poco en decadencia, ya no quedaban los talentos que la hicieron llegar a donde estaba y por otro lado todo lo que creaban llevaba por encima la etiqueta de SECOINSA. Llegados los 80 Telesincro Comenzó a fabricar Impresoras compatibles con PCs, mientras que secoinsa tomaba el testigo del desarrollo de los Miniordenadores. Equipos como el Serie 20 y equipos posteriores de SECOINSA ya no eran diseñados por Telesincro y en cierto momento se llegó a un trato con Bull para que Telesincro fabricara terminales y demás dispositivos similares para esta compañía, como unas 5000 unidades del Bull Micral 30.
Mediados de los 80: Incertidumbre y múltiples cambios de manos
Los 80 fueron tiempos algo turbulentos para telesincro, el 23 de Marzo de 1985 SECOINSA había sido comprada por Telefónica y al poco tiempo, en Mayo de 1985 Telesincro había pasado a manos del Grupo Inisel, una subsidiaria de Telefónica.
Al contrario de lo que indican fuentes bastante buenas como David Procel (Que ha hecho un trabajo increíble recopilando datos, manuales y fotos relacionadas con Telesincro), basándome en los periódicos de la época, Telesincro nunca estuvo en manos de Fujitsu. Fue entre 1985 y 1989 que Bull se fue haciendo poco a poco con el control de Telesincro, comprando inicialmente a telefónica un 40% de las acciones de esta en 1985, quedando el 60% en manos de INISEL y múltiples bancos Españoles, hasta tener el 67% de la participación en esta en el 89. Con la toma de Control por parte de Bull, Telesincro volvió a la carga, patentando en Julio de 1989 un TPV. También en este mismo año Telesincro, que contaba con 266 empleados, había duplicado sus ventas y aumentado considerablemente sus beneficios. También fue en este año que Telesincro logró un contrato para la fabricación de Fuentes de alimentación para el proyecto del Acelerador Europeo de rayos X
Finales de los 90 y principios de los 2000: el resurgir de Telesincro
En los 90, Telesincro pasó de fabricar Terminales y sistemas compatibles con la red francesa Minitel al diseño y la fabricación de TPVs, registrando múltiples patentes, en especial a finales de los 90. En Diciembre de 1997 registraron una patente para un terminal telefónico bancario de uso personal. Los TPV de telesincro llegaron a ser tan exitoso, que comenzaron a operar en Alemania y todo, vendiendo TPVs como el BULL Telesincro Amadeo. Si buscas TPVs. Fueron estos productos los que hicieron que ingénico se interesara en Telesincro, resultando en la compra de esta a BULL a finales de 1999.
Es en este momento que Telesincro vuelve a la carga más fuerte que nunca, pero esta vez en el mercado de los TPV. Tan solo entre 1999 y 2003 patentaron aproximadamente 4 dispositivos difernentes relacionados con TPVs. Curiosamente la empresa tuvo tanto éxito en estos tiempos, que comenzó a reaparecer en los periódicos casi 20 años después de que muchos la dieran como desaparecida, tras entrar en el grupo Ingenico Telesincro se acabó consolidando como la reina del mercado europeo de terminales de pago.
Telesincro en la Actualidad
En la actualidad muchos piensan que telesincro ha muerto, pero en realidad la compañía base sigue existiendo, solo que con otro nombre. En algún momento posterior a 2004, Telesincro SA paso a llamarse Ingenico Barcelona SA, no desapareció, es más, si en la actualidad vas a un Mercadona o a El Corte Inglés es posible que tengan un TPV de marca ingénico que muy probablemente haya sido diseñado por Ingénico Barcelona.
Al contrario que la fábrica, Telesincro, ahora Ingenico Barcelona, continuó con sus operaciones, siendo declarada en 2021 por algunos medios una de las compañías más exitosas dedicadas a los terminales bancarios del mundo.
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